La idea entonces es enfocarnos en comer las cosas más pesadas, grasas o calóricos durante la etapa del día en que todo lo que se ingiera se transforma en energía y en el resto del día controlar la ingesta de esos alimentos. Pero de todas formas se siguen comiendo, por lo que el deseo de comer algo restringido no existe.”
En esta teoría habla de 2 fases: la fase matutina que se inicia con
el amanecer y la fase nocturna que se inicia con el ocaso del sol.
”Al llegar la hora de dormir el cuerpo comienza a producir la serotonina, hormona encargada de regular el apetito, los deseos de comer dulce, chocolates y harinas. A mayor nivel de esta hormona menos deseos de comer tenemos y mientras más baja, aumentan. El punto es que esta hormona se mantiene aún elevada al despertar por lo que se produce un rechazo al desayuno y tiene una baja muy brusca a eso de las 5 de la tarde que es donde nos da el bajón y deseos incontrolables de comer dulces.
En la mañana prevalecen las hormonas que transforman todo en energía, el cortisol, también la adrenalina y la dopamina, que mantienen el cuerpo en estado de vigilia.
Uno apenas abriera un ojo debería tomarse un vaso de leche, ya que así estimulamos inmediatamente a las hormonas antes mencionadas”
Según la autora, los carbohidratos también deben ser consumidos en la mañana ya que aumentan la producción de insulina y a su vez de la serotonina lo que disminuye las ganas de comer dulces por la tarde. Entonces al comerlos en la mañana se está controlando el deseo de comer por la tarde.
En la tarde se pueden comer verduras de todo tipo, bebidas o dulces dietéticos, aliños y algunas frutas. Es que además con este sistema, si se hace bien, no debería presentarse hambre o mucho apetito en la noche.
”La insulina es muy eficiente en la mañana y los hidratos de carbono que comemos los transforma en energía, ayudada del cortisol. Por la tarde se pone floja y todo lo que comamos se irá directamente a nuestra reserva, ya que la insulina ya no está apta para mandar a producir más energía”.
”Al llegar la hora de dormir el cuerpo comienza a producir la serotonina, hormona encargada de regular el apetito, los deseos de comer dulce, chocolates y harinas. A mayor nivel de esta hormona menos deseos de comer tenemos y mientras más baja, aumentan. El punto es que esta hormona se mantiene aún elevada al despertar por lo que se produce un rechazo al desayuno y tiene una baja muy brusca a eso de las 5 de la tarde que es donde nos da el bajón y deseos incontrolables de comer dulces.
En la mañana prevalecen las hormonas que transforman todo en energía, el cortisol, también la adrenalina y la dopamina, que mantienen el cuerpo en estado de vigilia.
Uno apenas abriera un ojo debería tomarse un vaso de leche, ya que así estimulamos inmediatamente a las hormonas antes mencionadas”
Según la autora, los carbohidratos también deben ser consumidos en la mañana ya que aumentan la producción de insulina y a su vez de la serotonina lo que disminuye las ganas de comer dulces por la tarde. Entonces al comerlos en la mañana se está controlando el deseo de comer por la tarde.
En la tarde se pueden comer verduras de todo tipo, bebidas o dulces dietéticos, aliños y algunas frutas. Es que además con este sistema, si se hace bien, no debería presentarse hambre o mucho apetito en la noche.
”La insulina es muy eficiente en la mañana y los hidratos de carbono que comemos los transforma en energía, ayudada del cortisol. Por la tarde se pone floja y todo lo que comamos se irá directamente a nuestra reserva, ya que la insulina ya no está apta para mandar a producir más energía”.
“La mayoría de los obesos, no desayuna, y esto representa un grave
problema, ya que al no tomar desayuno se activa un sistema de emergencia
en nuestro cuerpo, que se protege al pensar que no se tendrán
alimentos. Este sistema se activa al menos unos 15 minutos después de no
ingerir alimentos al despertar y produce que el cuerpo se abastezca de
la masa muscular para obtener energía. No puede usar la grasa ya que la
hormona que lo permite sólo lo hace de noche, por lo tanto estamos
perdiendo músculo y acumulando grasas, ya que el cuerpo actúa como un
reservista y no tenemos energía”.
”en las noches aumenta la hormona del crecimiento, la que precisamente estimula que se utilicen las reservas de grasa para sobrevivir, es decir, al ayunar de noche y dormir sólo estamos estimulando la quema de grasas. De ahí que digan que dormir es ideal para adelgazar.
Se calcula que una persona adelgaza entre 500 y 800 gramos con dormir. Lo que pasa es que de dónde se saquen estas calorías es el problema ya que una persona obesa tiende a comer harinas y proteínas de noche por lo que la energía se sacará de esa comida y no de las reservas de grasa, como lo estimula la hormona del crecimiento”.
”en las noches aumenta la hormona del crecimiento, la que precisamente estimula que se utilicen las reservas de grasa para sobrevivir, es decir, al ayunar de noche y dormir sólo estamos estimulando la quema de grasas. De ahí que digan que dormir es ideal para adelgazar.
Se calcula que una persona adelgaza entre 500 y 800 gramos con dormir. Lo que pasa es que de dónde se saquen estas calorías es el problema ya que una persona obesa tiende a comer harinas y proteínas de noche por lo que la energía se sacará de esa comida y no de las reservas de grasa, como lo estimula la hormona del crecimiento”.
El ritmo biológico
es una herramienta muy importante de nuestro organismo para regular su
buen funcionamiento. El problema es que, con la vida moderna, nos hemos
olvidado de la importancia que tiene y los beneficios que obviamente
acarrea un ritmo biológico cuidado para nuestra vida.
La dieta circadiana es un modelo de alimentación
que toma estos principios y los lleva a los alimentos que consumimos
diariamente, los horarios en que lo hacemos y cómo afecta a nuestros
procesos biológicos. En este artículo veremos cómo utilizar a la dieta circadiana para adelgazar rápidamente.
¿Qué es la dieta circadiana?
La idea básica de la dieta circadiana es alimentarse de acuerdo al funcionamiento del ritmo biológico, para asistir un proceso metabólico rápido, que nos permita adelgazar rápidamente y estar saludables.
La dieta circadiana se basa en los denominados ritmos circadianos,
que es lo mismo que decir ritmos biológicos. De acuerdo a la variación
de estos ritmos a lo largo del día, nuestro organismo consume diferentes
cantidades de energía que obtiene de los alimentos, por ello es
necesario distribuir los tipos de alimentos de forma diversa en las
diferentes comidas.
iStockphoto/Thinkstock
¿Cómo comer de acuerdo a los ritmos circadianos?
Esta dieta toma como un principio muy importante la ingesta de proteína en el desayuno. Es la pieza más importante de un intrincado rompecabezas biológico. Al consumir leche, huevos, yogurt, proteína de soja
u otros productos que proveen de proteínas a nuestro cuerpo, estamos
asegurando que durante el día no tendremos antojos de alimentos poco
nutritivos.
También debemos de consumir proteínas durante el almuerzo, junto
con algunos carbohidratos. El almuerzo puede incluir pescado, huevos,
frutos secos, proteína de soja, carnes rojas, frijoles, entre otros
alimentos.
iStockphoto/Thinkstock
Una regla muy importante de la dieta circadiana
es que no se pueden consumir carbohidratos en grandes cantidades antes
de las cuatro de la tarde, ya que nos afectan y nos dan sueño y
cansancio general. También es importante notar que se recomiendan
consumir carbohidratos complejos y no refinados. No es recomendable
consumir café, ya que es una de las bebidas que más altera los ritmos circadianos, pero si lo haces, asegúrate de no hacerlo luego de las 4 de la tarde.
Otra parte importante es el consumo de frutas frescas
por la noche. Como sabemos, las frutas son una muy buena fuente de
fibras, vitaminas, minerales y azúcares. Es recomendable comer la fruta
entera y no en jugo, ya que el jugo no contiene una gran cantidad de
fibras, lo que puede provocar una sobreproducción de insulina en tu
cuerpo.
Como hemos visto hasta este punto, todas las recomendaciones de la dieta circadiana
son resultado de la lógica y el entendimiento de cómo funciona nuestro
reloj biológico y la relación que este tiene con nuestro organismo, y
más importante, con la pérdida de peso
. Al ingerir un desayuno y un almuerzo más bien basado en las
proteínas, estamos asegurándonos que no vamos a tener antojos durante el
día. Al cenar vegetales y fruta, estamos dejando que nuestro cuerpo
consuma la grasa corporal que ya está alojada en nuestro cuerpo y no de
nuevos alimentos.
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